A la hora de elaborar tu propio manga, tan importante es el dibujo como el guión (Quizá esto último, un poco más). Una historia se puede plantear de diferentes maneras, pero no vendría mal echarle un vistazo a algunas de las estructuras narrativas ya planteadas, ya que estas nos ayudarán a crear una trama coherente y bien estructurada. Una de las más conocidas y usadas es
la clásica, con la que más o menos estamos todos muy familiarizados. Vamos a echarle un vistazo.
La estructura clásica nos presenta a un
héroe, el protagonista, el elemento clave de esta estructura. Una de sus características es que
sigue un valor o una serie de valores. Tiene una convicción. Y parece tener una sensibilidad para captar esos valores. La acción biográfica, la acción que realiza el protagonista y que le define como tal, es lo que se llama misión.
Esa misión es la que define el protagonista, pues es ahí donde persigue sus valores e intenta cumplir sus objetivos. Es donde se juega su título como héroe.
Esa misión hace referencia a su vez a otro elemento de la estructura, a una persona o a un conjunto de personas que necesitan que se cumpla esa acción. La acción del protagonista es en favor a esas personas, también llamados
destinatarios. ¿Cuál es la característica del destinatario?
La necesidad. El destinatario es alguien que
no puede resolver sus problemas por sí mismo. Y hay que presentarlo débil. la debilidad y la necesidad del destinatario le da más necesidad al protagonista para que cumpla su misión.
Pero también hace falta otro tipo de personaje:
el antagonista. Aquel que se opone al protagonista. ¿Y cuáles son sus cualidades? No tiene por qué ser la maldad. lo que ocurre es que el antagonista no sigue unos valores, sino que
persigue unos intereses particulares. Tiene una actitud completamente interesada.
Y esos intereses que persigue se anteponen al héroe. Por eso, el héroe y el antagonista acaban enfrentándose siempre, tarde o temprano.
Ahora bien, y esto es importante,
¿Por qué el protagonista se siente obligado a cumplir con la misión? Ahí falta otro elemento:
el autor implícito. Ese es alguien que tiene una autoridad en el relato, pero que está implícita, no aparece como personaje.
Esta autoridad siempre aparece representado en el personaje débil. Para que estas exigencias aparezcan en la historia, las tiene que plantear el personaje necesitado.
Como veis, esta estructura va más allá a la de "Planteamiento, nudo y desenlace". Muchos comprobaréis que esta estructura se aplica en muchos mangas y videojuegos.
Pongamos como ejemplo el videojuego de "The legend of Zelda".
Link, el protagonista, está caracterizado por un valor: El
coraje. Ese coraje es su convicción. Y tiene una
misión, que es proteger el reino de Hyrule de cualquier mal. Esa misión hace referencia a
Zelda, la princesa, que es el personaje
débil. No puede resolver el problema por sí misma, ella sola no puede defender Hyrule, y necesita que Link lo haga. Por otra parte,
el antagonista, Ganondorf, persigue un
interés, apoderarse de Hyrule, convertirse en su nuevo gobernador. Y
ese interés se contrapone a la misión de Link, proteger Hyrule del mal. Por eso, acaban enfrentándose. A su vez,
el autor implícito se representa en el personaje de Zelda: la necesidad de Zelda, su debilidad, es la que
"obliga" a Link a cumplir con sus acciones.
Esta es una de las estructuras que se han dado a lo largo de la historia, y que os puede servir de guía a la hora de desarrollar un manga, una saga... hay más tipos, que los iremos viendo con el tiempo.
¡Saludos!