Raijin pregunta: "Hola, me gustaría saber si copiar el estilo de dibujo de otro dibujante se considera plagio, por ejemplo si dibujo un personaje como Naruto, pero le cambio el peinado, la vestimenta y en lugar de un ninja le hago jugador de fútbol, y si dibujo los arboles,las nubes,los fondos en general como los hace "Kishi" ¿estaría cometiendo un plagio? ¡Gracias!"
Responde Jesulink. Cuando estoy en un evento muchos jóvenes me suelen preguntar acerca de las imitaciones, las parodias, los homenajes, las referencias, las imitaciones, los plagios, etc. y muchos de ellos no entienden las diferencias que hay entre algunos de estos conceptos que son tan distintos.
Según el diccionario de la RAE,
plagiar es "Copiar en lo sustancial obras ajenas
dándolas como propias". A efectos
legales el plagio se comete cuando imitas o copias algo que no te pertenece y lo haces pasar como tuyo. Sin ir más lejos, copiar un texto de una noticia redactada por otra persona en una página Web y pegarlo sin más en tu página sin utilizar comillas o sin indicar claramente que ese texto pertenece a otra feuente... ya sería técnicamente un plagio.
En la imagen expuesta se muestra el cómic estadounidense Incarnate, que plagió varias viñetas de Bleach. Se hizo eco de esto allá por 2010, puedes echarle un vistazo a la noticia
aquí.
Al margen de lo que conlleve el plagio legalmente, éste también tiene una
connotación social que no podéis olvidar al crear una obra. En principio,
a nadie le gusta que un artista copie o imite descaradamente a otro; se supone que la mayoría de los lectores valorará ante todo la personalidad y original de los artistas. Por lo tanto, y respondiendo directamente a tu pregunta, aunque lo que hicieras no se considerara plagio, la gente podría rechazar tu trabajo si considera que no has sido creativo y no has hecho más que copiar el trabajo de otro.
Pero ya sabéis que esto es muy ambiguo. Todos los que creamos historias y personajes tenemos nuestras fuentes de inspiración, y a veces a propósito y otras veces de forma inconsciente,
imitamos a nuestros autores favoritos o incluso tomamos ciertas ideas en otros trabajos que nos han servido de inspiración, pero al final, en lo más importante, en lo sustancial,
nuestra obra debería tener nuestro sello y nuestra personalidad.
Que te digan "tu cómic me recuerda a..." o "tu estilo me recuerda a..." podría ser un buen comienzo para entender que has encauzado tu obra hacia una tendencia marcada, pero a la larga querrás que además de ese "me recuerda a..." los lectores puedan apreciar la personalidad propia de tu trabajo.
Hay otros términos interesantes relacionados con la toma de ideas:
- Referencia: Haces una referencia a una obra A cuando en tu obra incluyes algo que al lector le recuerda a esa obra A y sabe perfectamente que te refieres a ella. Por ejemplo, incluir el clásico "Yo soy tu padre" es una evidente referencia a Star Wars.
- Parodia. Es una versión cómica que imita otra obra. Para que la parodia sea legal debe diferenciarse bien de su original en aspecto para que los lectores no puedan llegar a confundirse y pensar que la parodia es el original; además no deberían conservar ningún nombre o logotipo registrado de la obra original. Esta legislación puede cambiar según el país.
En conclusión, diría que es bueno tomar ideas de aquí y de allá, mezclar conceptos vistos, inspirarte en otras obras o personajes, pero no copies la sustancia de una obra porque a la larga, o a la corta, casi nadie valorará tu trabajo.
Si estás empezando y eres muy joven, muchos podrían entender que imitaras plenamente a algún autor que te guste, pero pronto tus lectores te exigirán estilo propio, así que, ¿por qué no empezar a buscarlo ya?
Como consejo personal, te recomendaría tomar referencias no sólo de Naruto, sino de otros manga, libros, videojuegos, películas o series de televisión que te gusten, meterlo todo en una coctelera y mezclarlo con tu estilo propio para obtener algo que sea tuyo pero que al mismo tiempo recuerde a aquellos a los que admiras.