¡Hola
a todos!
La
entrada de hoy es un sencillo truco para darnos
cuenta de nuestros fallos y corregir nuestros propios dibujos.
Es
bastante posible que os haya pasado lo siguiente: habéis hecho un dibujo
(pongamos, por ejemplo algo más o menos sencillo, como una cara) y os ha
quedado bien. Lo guardáis y unos meses más tarde lo volvéis a encontrar (si
sois desordenados, cuando os obliguen a hacer la limpieza de vuestra habitación XD).
Es entonces cuando os dais cuenta de que hay una enorme asimetría entre los
ojos del personaje. Y te preguntas, “¿Cómo
pude no darme cuenta en su momento? Diría que estaba bien…”
¡Que no decaiga la moda en Sutori de dibujarse a uno mismo! (XD) |
Si te ha pasado, no te preocupes, es bastante habitual. Muchas veces, no somos capaces de ver (al menos nada más terminar el dibujo) nuestros fallos. Esto puede deberse a muchos motivos: de un tipo más “técnico” (como efectos ópticos o fallos de percepción, es decir, que nuestra mente racional nos “engañe”) o simplemente que aun no tengamos la habilidad suficiente como para identificar errores y analizarlos.
Sea como sea, aquí es cuando viene el pequeño truco. ¿Cómo podemos comprobar si está todo bien? Simplemente, dale la vuelta a la hoja de papel y ponla al trasluz. Al ver el dibujo invertido la cosa cambia: para nosotros es como si viéramos una imagen “nueva”, con la que no tenemos ninguna vinculación. Eso nos permite ver nuestros fallos para corregirlos luego de la mejor manera posible. Pensad que un dibujo correcto, también será correcto al estar invertido. ¡Haced la prueba!
Sin
embargo, ya sabéis que el dibujo no es una ciencia exacta, y nuestra percepción
tampoco. Por
ello, otra opción es esperar unos días para buscar errores o pedirle una
opinión objetiva a alguien con algo de idea sobre dibujo, pero cuando se tiene
prisa, este es un buen truco.
¡Espero
que os sea útil y hasta la próxima entrada!