¿Contar o Mostrar?

Si asistes un curso de redacción o a una conferencia de escritores, probablemente oigas esta frase: «Muestra, no cuentes». En otras palabras: «muestra» a tus lectores lo que sucede; no solo se lo cuentes. No les digas lo que hiciste; descríbeselo.

Contar: es nombrar directamente los rasgos del carácter o las emociones de un personaje o paisaje. Esta estrategia se suele relacionar más con el resumen, para condensar en pocas (líneas) viñetas una gran cantidad de hechos.

Hay varias maneras de "contar", según quien sea el que nos "cuente" la historia.

Primera persona o intradiegético:

. Narrador-protagonista.

Cuenta su propia historia.

. Narrador Testigo.

Espectador del acontecer, un personaje que asume la función de narrar. Pero no es el protagonista de la historia. Cuenta la historia en la que participa o interviene desde su punto de vista.

. Monólogo interior.

Reproducir los mecanismos del pensamiento en el texto.

Segunda persona o autodiegético:

. Utiliza los paradigmas de segunda persona, es decir, “tú”, “te”, “a ti”, “vosotros”, os”, etc.

Tercera persona o extradiegético o heterodiegético:

. Narrador omnisciente.

Es el que todo lo conoce o sabe sobre la historia. Conoce todo respecto al mundo de la historia. Puede influir en el lector, pero no siempre.

. Narrador testigo.

Está incluido en la narración pero en este caso no es parte de ella.

. Narrador protagonista (N-P).

Cuenta su historia en 1ª persona con sus palabras centrándose siempre en él. Es el poseedor de la situación, organiza hechos y expresa criterios como le conviene. También puede ser una autobiografía hecha por este.

. Narrador equisciente (N=P).

Este narrador se identifica con un personaje determinado y conoce sólo aquello que conoce el personaje o aquello que a éste le han contado.

. Narrador deficiente.

Conoce menos que el protagonista acerca de la historia. Por ejemplo podríamos describir la historia desde el punto de vista de un perro que no entiende el comportamiento de su dueño.

. Enfoque narrativo múltiple.

Se da cuando dos o más personajes se refieren a los mismos hechos, pero desde distintos puntos de vista, interpretándolos de distinta manera, combinando varios de los tipos de relación para contar la historia. Ejemplos: Watchmen y Juego de tronos.

. Narrador enciclopédico.

Este enfoque es el que corresponde a un narrador particularmente imparcial, objetivo, ecuánime, que en estilo enciclopédico describe un concepto, un hecho, un personaje, una biografía, una obra, etc.

Mostrar: es transmitir el carácter o las emociones de un personaje a través de sus acciones, palabras y pensamientos mediante una descripción visual.

. Narrador Cámara.

* Planos

El dibujante muestra la escena sin entrar en la mente de los personajes ni narrar ningún acontecimiento, de modo parecido a como lo hace una cámara de cine.

En este artículo de JesulinK podéis ver los distintos planos que existen para narrar en Cámara.

* Tiempo

Así como también, narrar en cámara, te permite jugar con el tiempo que transcurre en una o varias acciones sin necesidad de recurrir a un narrador.

En esta "reflexión" de Minaya, se puede ver como el espacio entre viñetas no equivale siempre al mismo tiempo transcurrido, entre dos viñetas pueden haber pasado milésimas de segundos o millones de años..

Excepciones:

Mostrar resumiendo.

Como hemos dicho, "contar" suele usarse mucho para "resumir" unos hechos y condensarlos en un pequeño espacio para no aburrir al lector, a pesar de eso, también existen excepciones que pueden potenciar mucho el placer de la lectura por su contraste. 

En este caso Yoshiyuki Sadamoto, el dibujante del cómic "Neon Génesis Evangelion" consigue en esta página mediante la herramienta de "mostrar" resumir unos hechos ocurridos en distintos tiempos del pasado del personaje.

Contar sin resumir.

De la misma manera también podríamos "contar" unos hechos o acciones con todo lujo de detalles y que estuvieran en presente, sin que fuera un resumen.

¿Que es mejor? ¿Contar o Mostrar?

Si mostramos, el lector podrá sacar sus propias conclusiones sobre los acontecimientos, preguntarse por qué están ocurriendo y creará la biografía del personaje sin que el autor deba dársela.

Sin embargo si nunca usamos el recurso de "contar" podemos caer en el error de que la historia no se entienda bien o que hayan escenas muy largas y pesadas que no sean necesarias explicarlas en su plenitud.

Por otro lado, si solo contamos los hechos, es posible que el lector se aburra y se convierta más en una historia introspectiva, de cuento infantil, histórico o antiguo.

La elección más sabia (y de la cual ahí es donde se encuentra el estilo personal de cada autor) es saber maniobrar ambos estilos para que el lector disfrute con la historia según como quiera contarla o mostrarla.

Espero que os haya parecido interesante el artículo.