¡Hola
a todos!
Para esta entrada he recuperado un pequeño trabajo que tuve que hacer para CMC
(Ciencias para el Mundo Contemporáneo). En ella hablo sobre la neotenia, algo
que podemos aplicar a nuestros dibujos (ver "cómo dibujar una chica moe" por jesulink) o al menos para comprender por qué una cosa es “mona” y adorable
y otra, no. Eso sí, como era un trabajo de ciencias esta entrada será más teórica
que práctica. En todo caso, ya tendréis algo de lo que hablar con vuestros
vecinos cuando subáis en el ascensor (bueno… tal vez no). ¡Espero que os sea
útil!
En
el libro El pulgar del panda , de Stephen
Jay Gould (biólogo y divulgador), se recoge un artículo con motivo del 50
aniversario de la creación de Mickey Mouse, titulado Un homenaje biológico a
Mickey Mouse.
En
él, explica la ciencia a través de la cultura popular al comparar la evolución
de Mickey desde sus inicios hasta la actualidad y la evolución del ser humano
como especie.
Observa
Gould que el primitivo Mickey Mouse era un personaje malicioso, e incluso
cruel. Hay que tener en cuenta que el público que consumía esos primeros
dibujos animados eran tanto infantil como adulto , aunque con el tiempo, el
éxito de esos dibujos fue haciéndose mayor entre los niños y, por eso, la
conducta de Mickey fue adaptándose a
ellos.
Ahí
está lo interesante. Dicha evolución fue acompañada también por un cambio
progresivo en el dibujo y el
aspecto. Por un lado se hizo más bueno y mucho menos agresivo, y, por otro,
fue cambiando su fisonomía, cambiando los rasgos adultos por otros más infantiles: aumentó el tamaño de los
ojos, de la cabeza, la bóveda craneal se hizo más esférica, el hocico más corto,
las orejas adelantaron su posición en la cabeza, las piernas se hicieron más
gruesas y el tamaño relativo de sus extremidades respecto al tronco más corto.
Sin embargo, Mickey siguió siendo conceptualizado como un adulto, no como un
niño, si bien con la presencia de rasgos juveniles en su madurez.
Y
ese proceso, en la biología, se llama neotenia.
(proceso biológico por el cual una especie adulta retiene rasgos
infantiles) ¿Para qué? Fundamentalmente, como un reclamo de cariño. Muchas
especies animales poseen el instinto de
cuidar y proteger a las crías, y una manera de potenciar ese instinto es
que se mantengan rasgos juveniles.
A
principios de los años 70 el biólogo Konrad
Lorenz estudió como los rasgos infantiles nos resultan más agradables tanto
cuando los vemos en nuestra especie como cuando los vemos en otros animales.
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También objetos inanimados pueden ser objeto de la neotenia |
Hay
varias especies de animales reales que presentan neotenia, como el avestruz. En
el ser humano también se pueden apreciar varios rasgos fruto de la neotenia,
como el poco pelo que cubre nuestro cuerpo, la cabeza agrandada y redondeada,
la tolerancia a la lactosa, etc. Todos ellos son compartidos por los bebés de
los primates, pero ellos continúan con su desarrollo hacia sus formas adultas
mientras que nosotros, al tener un desarrollo muchísimo más lento, nos
detenemos conservando esos rasgos infantiles en el estado adulto.
Esta
acentuación de los rasgos infantiles se encuentra también en el manga, en personajes como ET, e incluso aunque parezca
sorprendente, en Smeagol de El Señor de los Anillos.