Sutori All-Stars - La última verdad (parte 1)


Aquí Cardemm. La aventura de Sutori All-Stars está llegando a su fin, y desde el principio no me lo podría haber imaginado mejor. Ha pasado mucho tiempo y hemos pasado por muchas situaciones hasta llegar a donde estamos ahora mismo, y me siento muy orgulloso de todo eso.

Pero bueno, fuera introducciones por ahora. Os dejo con un texto que describe los últimos momentos en la isla del torneo. La cosa se calentó bastante con Rojo y Azul, pero aún le queda a esta historia cuerda para rato.

Antes de que empecéis a leer, aquí tenéis las fichas que entregaron los 4 participantes. No las voy a comentar en profundidad porque hablan por sí solas, son así de fantásticas:


Y ahora sí, podéis leer la historia que va detrás de estas ilustraciones. Pronto daré la información práctica de la última ronda, ¡así que atentos!

En uno de los dos extremos de la isla de los dioses, en la guarida de Azul...

Azul: ¡Agh! ¡No puede ser! ¿Cómo...?
Riku: Te tengo, maldito farsante. ¿Qué te parece, Vagyo? Le hemos vencid-

Pero Vagyo parecía estar muy herido, tirado en el suelo, inmóvil.

Azul: Tu amigo héroe no saldrá fácilmente de ésta...
Riku: ¡Calla! -Se gira hacia el otro héroe- ¡Vagyo!
Azul: Olvídalo, chico de fuego, está acabado.
Riku: ¡Cierra la boca!
Azul: ¿Acaso no lo ves?
Riku: ¡CALLA!
Azul: ...

El tiempo parecía detenerse, Azul torcía el gesto.

Azul: Menuda plaga sois, tan peligrosa que hasta me habéis vencido. A mí y a mi compañero.
Riku: ¿Rojo ha perdido?
Azul: ¿Acaso no ves aquello?

Azul señaló hacia el otro extremo de la isla, una fina columna de humo ascendía hacia los cielos, despejados y de un azul brillante.

Azul: El cuerpo de Rojo está ardiendo de forma indefinida hasta que agote toda su energía. Me habéis herido de muerte, pronto me pasará lo mismo...

Riku guardó silencio, ¿habría sobrevivido alguno de los héroes que se enfrentaron a Rojo? ¿Era posible que sólo quedara él en toda la isla, de las decenas de combatientes que llegaron al principio de aquel torneo diabólico?

Azul: Escucha, chico de fuego, ¿tenías un deseo?

Riku miró al demonio asombrado.

Riku: ¿Un deseo? ¿Como el que nos prometísteis?
Azul: Me da igual lo que os prometiéramos, nunca me ha importado menos. Te pregunto que si tienes algún deseo, algún sueño.
Riku: Yo...

Azul no esperó la respuesta, no era tan paciente. Y mucho menos ahora, cuando estaba a punto de morir abrasado por su propia energía.

Azul: En aquella pequeña isla, la mayor de esa serie de rocas emergidas, se esconde un secreto. El secreto de esta dimensión... el secreto de las dimensiones, de los distintos universos. Nosotros lo guardamos, es la verdadera razón de nuestra existencia, Rojo y yo somos los últimos guardianes de ese pedacito de poder de los dioses. La Última Luz.
Riku: ¿Los dioses? ¿No dijiste que eran marionetas de barro?
Azul: Esos dioses no, estúpido. Los verdaderos dioses, creadores de todo, que habitan en la verdadera Ciudad Dorada. Esos dioses se encuentran en uno de los universos que Rojo y yo conocemos, aunque no podemos viajar hasta allí, por desgracia. El viaje hacia su dimensión es uno que sólo ellos son capaces de realizar.
Riku: Entonces... ¿Qué ocurre con esa Última Luz?
Azul: Con ella adquirirás el poder que necesitas. Es una gran cantidad de poder concentrado que usamos para traer y enviar a gente a través de las dimensiones. Si necesitas cumplir un deseo... esa es tu llave.

A Riku le sabía mal dejar a Vagyo, y aún seguía desconfiando de las intenciones de Azul... Pero allí, en aquella pequeña isla... conseguiría poder, y ese había sido su deseo desde el principio. Si alguno de los otros héroes había sobrevivido y había presionado a Rojo, puede que tuviera la misma información que él. Tenía que poner rumbo a aquella isla cuanto antes, y tenía que llegar allí antes de darle esa posibilidad a cualquier otro.


Más tarde, en las orillas de la isla donde se encuentra la Última Luz, se divisa una pequeña barca hecha con troncos de forma muy rudimentaria. En la distancia, dos columnas de humo se alzaban hacia las alturas. Joel cargaba con la culpa de haber dejado a Anuika malherida en la isla de los dioses, pero necesitaba aquella porción de poder concentrado para curarla y volver cada uno a su mundo. Según le había contado Rojo, si Azul era derrotado seguramente informaría de la existencia de la Última Luz a sus vencedores, y entonces tendría que pelear por ella.

Joel y Anuika habían derrotado antes a Rojo que los otros héroes, pero las heridas de Anuika les retrasaron demasiado en su camino hacia la orilla. Cuando aún debatían cómo llegarían al islote, una fina columna de humo blanquecino emergió de golpe del otro extremo de la ciudad. Joel se temió lo peor, aseguró a su amiga en un refugio a la sombra de unos árboles y partió rápidamente gruesos troncos que le ayudarían a superar el obstáculo marítimo.

Cuando la barca llegó a su destino, el héroe bajó a tierra, dejó asegurado su transporte y ascendió la pequeña cuesta que llevaba a la superficie plana del islote. Allí se llevaría a cabo la última batalla de aquel torneo de locos.

5 comentarios:

  1. ¡¡¡UOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!! (nada más que decir *O*)

    ResponderEliminar
  2. UWAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA *Se queda sin voz y sin palabras*

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. OH MY GAAAAAAH!!!!! http://www.youtube.com/watch?v=kg0yKLE3QkM

    ResponderEliminar

# No escribas algo que no esté relacionado con la noticia
# Expresa tus opiniones, pero de forma educada y respetuosa
# Escribe correctamente para que todos puedan entenderte