¡Hola a todos!
La entrada de hoy es más bien una reflexión y no un tutorial, ya que voy a hablar de algo que es muy muy muy abstracto (XP), en lo que no todo el mundo tiene por qué creer y cuya aplicación en la práctica es bastante inconcreta. Es decir, no hay ningún método escrito, al igual que no hay ningún método escrito para respirar, dormir o comer.
Y sobre lo que voy a hablar es sobre dar alma a nuestros dibujos.
En japonés existe el concepto de “kokyu”, que se suele traducir como “respirar” o dentro del contexto de las artes marciales “respirar con”. Pero también tiene un significado más profundo, que sería algo así como dar alma a las cosas y a nuestros actos. (En realidad, la cultura japonesa tiene toda una teoría para esto, pero allí ya entran cosas demasiado abstractas, como el ki, el control de energía y similares, así que allí ya no me meto XD) Así pues, se trata de expresar nuestro yo interior y plasmarlo en la materia tangible, en aquello que se puede ver. Seguramente habrás oído la expresión “me he dejado el alma en este trabajo/libro/disco/manga…etc.” Pues de eso se trata.
Esto es algo que no aparece en ningún manual de dibujo, y es que de hecho, no tiene nada que ver con dibujar “bien” o “mal”, porque para empezar, ¿qué es eso de dibujar “bien” o “mal”? ¿Podemos decir que un dibujo con proporciones irreales es un “mal” dibujo? ¿O que un dibujo tan realista que parece una foto es un “buen” dibujo?
Por ejemplo, estas dos caligrafías representan el mismo ideograma, pero ¿a que son muy diferentes? Mientras la primera tiene un trazo más tranquilo y convencional, la segunda transmite más fuerza y es más “salvaje”. Pero aun así... ambas son bonitas, y lo más importante, ambas transmiten una misma idea (el kanji de “hoja” en este caso).
Para esto no se puede hacer ningún tutorial con pasos a seguir, (y menos yo que soy una renacuajo-dibujante XD) Simplemente cuando dibujes, sólo trata de ser consciente del instante, del momento, y dibuja siguiendo tu propio ritmo. Debemos dejar nuestra propia alma en cada trazo para que los dibujos puedan tener la suya.
Esto, en mi opinión, se nota mucho en las posturas de los personajes y la naturalidad que tienen. Cuando las cosas tienen naturalidad, es porque salen de tu “yo” profundo, y no de una mente racional y rígida que piensa demasiado antes de actuar. Un dibujo puede estar muy bien técnicamente pero no tener esa naturalidad. ¿Crees que la caligrafía de la derecha se hizo pensando con antelación cómo debía ser cada trazo? Evidentemente, luego hay que encontrar un equilibrio entre la técnica y el sentimiento.
¡Eso es todo! Este es un tema bastante subjetivo, pero espero haberlo tratado lo mejor posible.
¿Vosotros que pensáis? ¿Podemos expresar nuestro “yo” en los dibujos? ¿Influye eso en el resultado final? ¡Espero que esta reflexión os de al menos os de algo que pensar y que no os haya dormido demasiado! ¡Un abrazo!